Muchas veces, sentimos que es difícil recurrir a otras personas en búsqueda de ayuda cuando la estamos pasando mal, sea por ansiedad, depresión, ideas suicidas, etc.; esto suele suceder por distintas razones: temor a no ser comprendido/as, vergüenza, experiencias previas desagradables, no saber cómo iniciar la conversación, entre otras. Y, si bien es completamente normal sentir pudor y dificultad para compartir información personal con otras personas, especialmente cuando se trata de salud mental, es importante también cultivar aquellas relaciones interpersonales en las que podemos sentir comprensión, validación y empatía. Al mismo tiempo, es relevante también discernir con quiénes es adecuado mostrar vulnerabilidad y con quienes no. Algo que podría ser difícil de manejar sería el buscar apoyo en una persona que no lo otorgaría, o que, peor aún, obraría de manera poco grata ante lo contado o lo sucedido. Por ello, te sugerimos seguir los siguientes consejos. 1. Sepárate de personas que invaliden tus emociones y no creas en las proyecciones que hacen sobre ti. Es bueno que puedas ser prudente, si ya hay antecedentes de falta de comprensión cuando has intentado buscar ayuda, es aconsejable que no recurras a estas personas. 2. Rodéate de personas positivas Personas “positivas” son aquellas quienes te comprenden, validan tus emociones y te escuchan sin juzgar. 3. Persigue tus intereses y encuentra personas de ideas afines El rodearte de personas que tengan maneras de ver el mundo similares a las tuyas, suele ser una fuente de apoyo, compañía y solidaridad muy grande. 4. Define objetivos personales y obtén el apoyo de otros para poder alcanzarlos Apóyate en quienes te puedan guiar y ayudar a que concretes lo que deseas realizar. 5. Permite que tus amigos te animen Foto de ATC Comm Photo en Pexels