Cuatro razones por las cuales víctimas de violencia pueden desarrollar ideación suicida

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La prevención del suicidio ha ido ganando más importancia con el paso de los años. La pandemia, y todos los acontecimientos relacionados a ella, además de la mayor visibilidad que se viene otorgando a la salud mental en general, han hecho que muchas personas deseen desarrollar herramientas de prevención del suicidio, y ayudar a quienes lo necesiten.

En ese contexto, hay diversos temas que se vinculan directamente a la ideación suicida, y que merecen una explicación concreta y respetuosa. Por ello, les ofreceremos, en las siguientes columnas, temas de importancia en el trabajo de la suicidología. Empezaremos por la violencia.

Existen diversas formas de violencia: física, psicológica, sexual, etc. Cualquier persona, en posición de relativo o gran poder (físico, psicológico, económico, de género, de posición laboral, etc.) puede ejercer violencia hacia otra persona; y, víctima, puede ser cualquier ser humano que reciba esta violencia.

Esta vivencia es tan difícil y deja tantas secuelas, que es muy común que genere ideas suicidas. Entre muchas secuelas, queremos presentarte 4 fundamentales:

1. La violencia recibida por las víctimas puede generar trauma

Como cualquier otra experiencia de trauma, la violencia hace que las víctimas sientan muchísimo temor a que la situación se repita. Esto suele acompañarse de hiper vigilancia, pesadillas, recuerdos perturbadores, reacciones de furia, de congelamiento, etc. Cuando estos síntomas son reiterativos, y no tratados, muy comúnmente generan ideación suicida debido al alto sufrimiento que conllevan.

2. Ansiedad y depresión suelen ser también muy comunes

A nivel de diagnósticos, ansiedad y depresión suelen presentarse juntos, y cuando uno aparece, casi siempre se relaciona con el otro. En el caso de la ansiedad, las víctimas de violencia suelen sentir ataques de pánico muy duros, y en el caso de la depresión, podría ser incluso de manera aguda, lo cual muchas veces produce ideación suicida.

3. La falta de apoyo, el encubrimiento y la poca credibilidad son devastadoras para la víctima

Una de las experiencias más difíciles es cuando las víctimas no reciben ayuda, cuando no les creen o cuando encubren a la persona que les ha violentado. Esta falta de apoyo social es un factor de riesgo muy importante para suicidio.

4. Muchas víctimas son culpabilizadas

Cuando alguien ha sido violentado/a, nunca le culpes, pues nadie tiene derecho a violentar a otra persona. Culpar a la víctima sólo libera al agresor o agresora de responsabilidad, configurando así otro factor de riesgo para suicidio.

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