La ansiedad es uno de los diagnósticos más comunes en el mundo entero y una de las principales razones para acudir a terapia.
Ésta presenta diversos síntomas característicos, aun cuando cada persona expresa su ansiedad de manera distinta y por ello suele confundirse con otros diagnósticos, como, por ejemplo, la angustia. Para diferenciar ambas, es útil pensar en “nervios” para la ansiedad y en “preocupación – dolor psicológico” para la otra.
No obstante, y a pesar de que la ansiedad suele asociarse con diversos diagnósticos, la gran mayoría de personas que la presentan evidencian algunos de los siguiente signos:
- No pueden “parar de pensar”.
- Sienten calor, sudoración y respiración entre cortada ante situaciones conocidas.
- Se les hace difícil “relajarse”.
- Piensan recurrentemente: “¿y sí…?”
- Sienten la necesidad de controlar las cosas que suceden a su alrededor.
- Se proyectan al futuro, usualmente al peor de los escenarios.