Muchos pacientes suicidas buscan ayuda en la medicina antes que en la psicología o la psiquiatría, algunos presentan, incluso, problemas físicos que pueden relacionarse a ideas o conductas suicidas. Esto hace que los médicos, al igual que profesores, eclesiásticos, bomberos, etc, sean personas importantes en el trabajo de prevención y que, por ello, reciban el nombre específico de gatekeepers (personas que tienen un primer contacto con posibles suicidas y cuya labor es derivarlos a profesionales de salud mental).
Si eres médico, en cualquier especialidad, es importante que sepas que algunos de tus pacientes podrían comunicarte su riesgo suicida de distintas maneras, sea directa o indirectamente. Para ello, debes hacer lo siguiente:
- Escuchar atentamente sin dar soluciones rápidas o “de emergencia” a menos que la persona tenga un plan concreto.
- Preguntar si está acudiendo a terapia psicológica. De ser así, alentarlo a que le cuenta a su terapeuta lo que está pensando para poder recibir ayuda. En el caso de que la persona no cuente con apoyo psicológico, derivarlo con algún profesional de confianza.
- No tener temor de preguntar pues es la única forma de ayudar y realizar una derivación adecuada.