Ayudar a seres queridos que tienen ansiedad o depresión, puede ser una tarea muy bonita y esperanzadora; difícil, sí, pero otorga también sentimientos de empatía, esperanza y cuidado, que definitivamente serán bien valorados por aquellas personas que lo necesitan.
La salud mental, en general, debe ser tomada con mucha cautela y responsabilidad, es sólo de esta manera que se puede, realmente, brindar apoyo a quienes lo necesitan. En el caso de padres que apoyan a sus hijos, es recomendable utilizar términos que ello/as conozcan, y relacionar sus vivencias a actividades del día a día que sean fácil de identificar.
Puedes probar con las siguientes 4 ideas:
- Escucha
Permítele que te cuente lo que siente sin interrumpir, valorando su esfuerzo por comunicarte algo privado que le está haciendo sentir mal; no interrumpas
- Muestra verdadera empatía y compasión
Puedes hacer esto validando su forma de sentir: “lo que sientes debe ser muy abrumado”, “siento mucho que estés así”. “no está mal sentir lo que sientes”.
- Dile que te sientes orgulloso/a
Esta puede ser una fuente de motivación para cualquier persona, especialmente si tus hijos s encuentran en etapa de crecimiento aún.
- Dale permiso para no estar bien
No lo “fuerces” a estar bien, permita que sienta libremente sus emociones y apóyalo/a en el proceso de recuperación.