Perder a un ser querido por suicidio es uno de los acontecimientos más extremos que cualquier persona puede experimentar. Por ello, es muy importante que sepas que tienes el derecho a sentir todo lo que necesites. Puedes necesitar estar con mucha cólera, con indignación, con tristeza, en shock, etc. Permítete sentir. Permítete destruirte y volverte a construir.
Y, a la vez, es importante que sepas que tu salud mental, tu ansiedad y depresión e incluso tus propias ideas sobre la vida y la muerte son contempladas en el trabajo de prevención del suicidio; es decir, los profesionales que se dedican a trabajar con sobrevivientes a pérdida, como tú, sabemos que lo que has vivido es realmente extremo y por ello estamos dispuestos y dispuestas a darte todo el apoyo y espacio que necesites.
Por favor, recuerda lo siguiente:
- No es tu culpa.
Por más difícil que sea entender el por qué de su decisión, recuerda eso: fue su decisión y no la tuya.
- Su suicidio no dice nada sobre ti o tu valor.
Tu ser querido y tú son personas distintas. Pase lo que pase, cada persona tiene su propio valor.
- No estás solo/sola.
Existen muchas personas que han vivido lo mismo que tú. Intenta compartir experiencias con ellos y ellas para que tengas mayor sensación de apoyo.
- No tienes que vivir con trastorno de estrés postraumático y los constantes recordatorios de la muerte de tu ser querido.
Por favor, busca ayuda profesional para que puedas trabajar esto.
- Ver por ti mismo/a es una obligación.
Tu vida continúa y por ello, es importante que te cultives día a día.
Si has perdido a un ser querido por suicidio déjanos tus datos aquí