La ansiedad y depresión suelen inducirnos a evitar contacto con otras personas, instándonos a aislarnos y cortar comunicación con aquellos que nos quieren. A veces, es difícil combatir las ganas de “no ver nadie” o “no hacer nada”. Y, a pesar de que sabemos que el aislamiento no es adecuado, tendemos a utilizarlo cuando no nos sentimos bien.
Pero, ¿qué sucedería si tienes a un ser que depende de ti y necesita de tus cuidados, alguien que no te invade y tampoco te trata de obligar a hacer cosas, sino, que, “siempre está ahí”, como una mascota? Aunque no lo creas, incluso el trabajo en prevención del suicidio valora muchísimo el tener una mascota.
¿Sabes en qué puede ayudarte?
- Te crean una rutina
Te da cosas por hacer que evitarán que sólo te quedes en casa.
- Te dan un propósito
Cuidar a alguien con afecto y cariño es una gran manera de sentir un propósito en la vida.
- Son una compañía
Es difícil sentirse solo cuando se tiene una compañía tan bonita e incondicional como una mascota.
- Te animan a dar un paseo
Esto te puede dar energías y motivación para seguir adelante. Por ello, deja de leer y sal a pasear con tu mascota. Y, si no tienes una, ¿por qué no considerarlo?