La mayoría de personas tendemos a reaccionar de manera impulsiva en distintas situaciones. En ocasiones, la impulsividad es una respuesta relativamente común ante las demandas del ambiente o lo sucedido.
No obstante, cuando las conductas impulsivas son reiteradas y ocasionan sufrimiento o deterioro en las distintas áreas de la vida de la persona, es importante reconocer si estás quizá se asocian a problemas más graves, como ansiedad y depresión u otros tipos de padecimientos de salud mental.
Por ello, es importante tener estrategias que nos permitan focalizarnos en la prevención de conductas de estas características.
A continuación, encontrarás 4 tips que pueden ayudarte:
- Espera una cantidad determinada de tiempo antes de actuar
Permítete pensar en lo que vas a hacer en lugar de responder de forma inmediata. Te pude ser útil hacer distracciones mentales, como operaciones matemáticas, o ver algo en la televisión. Cuando sientas que estás más tranquilo/a, piensa en qué hacer.
- Mantén un registro de tus conductas impulsivas en un calendario
Esto te permitirá darte cuentas de la cantidad de veces que actúas de esta forma, los factores asociados, patrones, etc. Bríndale esta información a tu terapeuta para que puedan diseñar un plan de trabajo.
- Respira profundamente
La relajación es biológicamente incompatible con la activación. El mejor estado de relajación se obtiene por medio de la respiración. Concéntrate en cada respiro, así puedes también reforzar el punto 2.
- Llama a un ser querido
Buscar ayuda en alguien que te quiera y te comprenda siempre es positivo. No obstante, trata de hacerlo cuando la impulsividad no se encuentre en un pico o crisis pues puede dificultar la comunicación.