La ansiedad y depresión pueden mostrarse de diversas maneras. En ocasiones, estas manifestaciones pueden ser muy distintas entre sí, incluso cuando se trata de la misma persona. Por ello, es importante que logres identificar los disparadores o las ideas que te llevan a sentir alguno de estos cuadros. Esto es posible de hacer en un espacio de terapia.
No obstante, es importante que conozcas algunos detalles respecto de los ataques de ansiedad que pueden sufrir las personas alrededor del mundo:
1) No siempre sé por qué estoy ansioso
Es común desconocer las causas de la ansiedad. Esto sucede, especialmente, cuando el diagnóstico es de ansiedad generalizada o de estrés post traumático. Sea cual sea la manera como se expresa, recuerda que no siempre identificarás una razón “exacta”.
2) No puedo simplemente dejar de preocuparme
Cuando la ansiedad es acompañada de pensamientos de preocupación del día a día, es muy difícil simplemente “dejarlos de lado”. En este punto, es importante acudir a un profesional para poder lidiar con los síntomas que puedan presentarse.
3) Estoy siendo atacado por algo que no puedo controlar
Muchas veces sentimos que la ansiedad es “algo” que viene en nuestra contra y que no podemos controlar. El trabajo en terapia te puede ayudar a identificar los pensamientos que estás produciendo dicha ansiedad.
4) No importa lo irracional que pueda parecerte, para mí es real
La ansiedad no se clasifica en “racional” o “irracional” en sí misma. Los pensamientos pueden serlo, pero no los síntomas de la ansiedad propiamente dicha.
5) Estar ansioso y preocuparte no es lo mismo
La preocupación es algo común, la ansiedad, en cambio, es un diagnóstico en el cual se pueden sentir que dicha preocupación es desbordante o exagerada.