Los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, son bastante comunes en los procesos de terapia. Es ideal trabajarlos desde la prevención, no obstante, la mayoría de personas que buscan ayuda lo hacen cuando el problema ya ha avanzado.
Estos diagnósticos pueden fácilmente relacionarse con ideación y conductas suicidas.
La anorexia presenta diversos síntomas, entre ellos: distorsión de la imagen corporal, rechazo a la imagen corporal y restricción de la alimentación.
La bulimia en cambio, se caracteriza por un descontrol emocional, ansiedad o vacío que llevan a la persona a tener “atracones de comida”. A diferencia de lo que muchas personas creen, el síntoma principal de la bulimia no es la purga o el vómito, sino el atracón. Hay personas con bulimia que no se purgan ni vomitan.
Es importante que sepas tres cosas sobre estos desórdenes:
- No todas las personas que sufren un trastorno alimenticio son extremadamente delgadas
Las personas con bulimia mantienen su peso o, incluso, aumentan. Si se diera purga, esta no garantiza el bajar de peso.
- No solo las mujeres sufren estos trastornos
Muchos hombres tienen anorexia o bulimia, el problema es que pasan desapercibidos con mayor facilidad debido a estereotipos sociales.
- Los trastornos alimenticios afectan tanto a adolescentes como a adultos
No existen reglas para esto, hay personas que desarrollan algún desorden relacionado a la alimentación en la niñez, adolescencia, o, incluso, adultez.