Fernando de Szyszlo, y su esposa, han fallecido. Me pregunto, ¿es realmente necesario conocer la razón? Más aún, ¿es necesario especular que, quizás, decidieron terminar con su vida? ¿Por qué nuestra naturaleza humana hace que se nos haga tan fácil hacer este tipo de especulaciones? Si se diera el caso de confirmar que la muerte fue por suicidio, ¿de qué nos serviría decir: “ya lo sabía”?
El problema mayor no radica en lo que de Szyszlo y su esposa hayan hecho o no, el problema mayor está en la especulación y el morbo de algunas personas que comentan, difunden y emiten juicios de valor sobre las acciones de un tercero.
Quizás no lo sabes, pero hay personas que, en este momento, están sufriendo, batallando con ideas suicidas que hacen que no sepan si desean vivir o morir. Ponte en su lugar por un instante, ¿cómo crees que se podrían sentir si es que leen un comentario o un artículo en el que se narre un suicidio “romántico”? ¿Crees que esto es adecuado?
Me gustaría compartir contigo 3 razones por las cuales considero inapropiado especular sobre un suicidio, “romántico”, no confirmado, incluso si se trata de una persona o pareja pública:
- Narrar la ocurrencia de un suicidio de manera “romántica” puede ser interpretado, por personas en riesgo suicida, como algo “especial” o “deseable”, constituyendo así un factor de riesgo.
- Para muchas personas, de Szyszlo es un modelo a seguir. En este sentido, las investigaciones demuestran que el contagio psicológico y la “imitación” o modelado de conductas, incluso inapropiadas, se da con mayor probabilidad cuando la persona a “imitar” es considerada un modelo.
- Es una invasión a la privacidad. Fernando de Szyszlo es una persona pública y probablemente desearía confirmar o desmentir algo que se diga respecto a él, pero ya no se encuentra con nosotros para hacerlo, entonces, ¿por qué especular?
Álvaro Valdivia Pareja
Director de SENTIDO